En Afganistán, al menos 40 personas, en su mayoría cadetes de la policía, murieron tras un doble atentado suicida contra varios vehículos policiales en las afueras de Kabul.
Un primer atacante detonó los explosivos que portaba en su vehículo contra dos autobuses en los que viajaban los cadetes policiales.
Apenas cinco minutos después, un segundo suicida que iba caminando se inmoló en la misma zona. Los atentados fueron rápidamente reivindicados por los talibanes.