Su nombre es Rateb Malis y su gran hazaña, a su corta edad, consiste en haber sobrevivido al ataque del régimen de Bashar Al Asad en la ciudad de Duma, al noreste de Damasco, la capital Siria. Las fotos de su milagrosa escapada han dado la vuelta al mundo.
El pequeño zafó del ataque con bombas de barril, las que contienen cientos de kilos de explosivos y provocan daños masivos al caer -también conocidas como “barriles de sangre” debido a su efecto devastador- sin ningún rasguño.
Se calcula que más de 130.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 y de éstas, al menos 66.000 son civiles, según información del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).