Christian Bayro llegó hasta la localidad boliviana de Macha, ubicada a 165 kilómetros de Potosí, para ser testigo de la celebración del famoso Tinku, la fiesta ancestral más sangrienta de Los Andes.
Se trata de una festividad en honor a la ‘Pachamama’ donde los pobladores se trenzan a puñetazos limpios. Los brutales golpes solo terminan cuando uno de los contrincantes derrame sangre.
Además de ser un ofrecimiento a la madre tierra para que las cosechas sean abundantes el año siguiente, el Tinku también sirve para resolver viejas rencillas personales o familiares.