Un visitante cósmico ha captado la atención de astrónomos y curiosos en todo el mundo. Se trata del cometa 3I Atlas, un objeto interestelar que se aproxima al sistema solar a una velocidad de unos 58 kilómetros por segundo, procedente de fuera de nuestro vecindario cósmico. Aunque algunos lo han calificado como un “presagio en los cielos”, la comunidad científica subraya que no representa ningún peligro para la Tierra, ya que pasará a más de 270 millones de kilómetros de distancia.
La NASA ha confirmado que el cometa alcanzará su punto más cercano al Sol —el perihelio— el 30 de octubre de 2025, ubicándose dentro de la órbita de Marte. Lo que más ha llamado la atención de los expertos es su trayectoria inusual y la presencia de hielo sólido, factores que podrían ofrecer pistas sobre los orígenes del sistema solar. Sin embargo, el hermetismo de la agencia espacial estadounidense ha alimentado distintas teorías que vinculan el fenómeno con la posible existencia de vida inteligente más allá de la Tierra.
Entre los que sostienen esta posibilidad se encuentra Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, quien sugiere que el 3I Atlas podría contener materiales de origen no terrestre. Por su parte, el investigador Anthony Choy, especialista en fenómenos aéreos no identificados, considera que el cometa podría servir para analizar si existen rastros de inteligencia en su composición o comportamiento. No obstante, hasta ahora no se ha detectado ninguna maniobra anómala —como cambios repentinos de velocidad o dirección— que permita suponer un origen artificial.
Las teorías más especulativas incluso relacionan el paso del cometa con la antigua hipótesis de los “alienígenas ancestrales”, según la cual civilizaciones extraterrestres habrían influido en construcciones milenarias como Machu Picchu o las líneas de Nasca. Pese a estas afirmaciones, los astrónomos mantienen que el 3I Atlas es un fenómeno natural que, lejos de ser una amenaza, representa una oportunidad única para estudiar los límites del espacio interestelar y los posibles mecanismos que propagan la vida en el universo.