Los artefactos pirotécnicos conocidos como “rascapiés" suelen ser ingeridos por los niños, quienes lo confunden con alguna golosina debido a su llamativa forma, tamaño, color y, sobre todo, por su “sabor dulce”.
Su ingesta causa vómitos y dolor abdominal intenso, entre otros daños que pueden poner en riesgo la salud y la vida de los menores. "El dolor abdominal puede ser desde leve hasta intenso, los menores tienen más tendencia al sueño, su carácter es irritable o a veces presentan confusión, dicen palabras incoherentes y mareos", indicó el doctor de EsSalud.
Al respecto, también en este mes el número de menores quemados aumenta. "Si sufre una quemadura debe alejarse del agente causal, sacarle la ropita al niño, irrigar con agua fría puede ser con agua de caño", mencionó.