Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad Rutgers (Nueva Jersey-EEUU) y la Universidad de Umea (Suecia) alertaron que el aumento de la temperatura global podría incrementar hasta siete veces los niveles de mercurio de los peces, haciéndolos no aptos para el consumo humano.
Según la explicación de los investigadores, el incremento de las lluvias y del agua de nieve derretida provoca el aumento de la materia orgánica en los sistemas acuáticos. Esto altera la cadena alimentaria añadiendo una capa más de organismos complejos, elevando la concentración de mercurio en la cadena trófica.
La Organización Mundial de la Salud señala que el mercurio es uno de los metales más tóxicos del mundo y su consumo está vinculado a daños en el sistema nervioso, digestivo e inmunitario, además de los pulmones, los riñones y los ojos. En los niños puede provocar parálisis y discapacidades mentales.