En medio de cuestionamientos al gabinete presidido por Eduardo Arana, la crisis en Machu Picchu y la incertidumbre por un próximo retiro de fondos de pensiones, la presidenta Dina Boluarte solicitó autorización al Congreso para viajar a Estados Unidos entre el 21 y 25 de septiembre. El objetivo es participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en reuniones de alto nivel con líderes políticos y empresariales.
El pedido ha generado diversas reacciones en el Parlamento. Para José Williams, de Avanza País, el viaje no sería prudente dado que para el 21 de septiembre están previstas movilizaciones de protesta contra el gobierno. En cambio, Wilson Soto, de Acción Popular, señaló que, aunque respalda la presencia de la mandataria en foros internacionales, son los ministros quienes deberían resolver los problemas internos durante su ausencia.
Otros congresistas expresaron posturas más firmes. Carlos Bustamante, de Fuerza Popular, sostuvo que no se puede condicionar la agenda presidencial a cada manifestación convocada en el país. Sin embargo, desde Renovación Popular, Patricia Chirinos adelantó que su bancada votará en contra de autorizar la salida de Boluarte, aunque reconoció que otras agrupaciones parlamentarias suelen respaldar estos viajes.
AGENDA EN ESTADOS UNIDOS
La agenda internacional de la presidenta Dina Boluarte incluye, además de su intervención en la ONU, una reunión con motivo del 30 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, así como encuentros con empresarios y líderes estadounidenses. La decisión final sobre su salida del país dependerá del debate y la votación en el Congreso de la República en los próximos días.