El congresista de Renovación Popular, Diego Bazán, planteó que se considere la posibilidad de eliminar la Comisión de Ética Parlamentaria, debido a los cuestionamientos sobre la labor de dicho grupo de trabajo para fiscalizar la conducta de los parlamentarios.
En declaraciones a la prensa, el legislador, quien presidente de la Comisión de Ética en la pasada Legislatura, explicó que los congresistas no pueden ser "juez y parte" a la hora de evaluar posibles sanciones entre ellos.
"Yo sí creo y estoy convencido, que la Comisión de Ética tiene, por supuesto, que desaparecer y tiene que ser un órgano ajeno al Parlamento el que decida las sanciones [...] insisto, no podemos ser juez y parte", dijo.
SOBRE SU GESTIÓN
"Mi presidencia (en la Comisión de Ética), ha planteado una serie de sanciones a congresistas, que lamentablemente, ni los miembros de la Comisión, ni el Pleno del Congreso, han puesto a debate", añadió.