Chiclayo continúa celebrando con entusiasmo la elección de Robert Prevost como nuevo Papa, quien asumió el nombre de León XIV. Como es bien se sabe, el ahora Sumo Pontífice vivió muchos años en el Perú desde su llegada en 1985, desempeñando importantes funciones pastorales en ciudades como Piura, Trujillo y especialmente Chiclayo, donde fue obispo desde 2015.
Miles de chiclayanos lo recuerdan con profundo cariño. Tras conocerse su elección como máxima autoridad de la Iglesia Católica, no dudaron en expresar su emoción y revivir los momentos compartidos con él, especialmente durante episodios difíciles como la pandemia y el fenómeno de El Niño.
En la Plaza de Armas de Chiclayo, numerosos fieles acudieron a la Catedral, templo donde monseñor Prevost celebró liturgias, confesiones, bautismos y otros sacramentos durante varios años. Niños, jóvenes y adultos se unieron en cantos y oraciones para celebrar el nombramiento del obispo que marcó una etapa de cercanía con la “Ciudad de la Amistad”.
Su primera aparición en el balcón central de la Basílica de San Pedro has dejado un recuerdo imborrable en los católicos norteños. El nuevo Pontífice dedicó un saludo especial a su diócesis en Chiclayo y a los miles de fieles que lo acompañaron durante su servicio en el país.
MISA EN SU HONOR
Como parte de las celebraciones, se ha programado para este sábado una misa de acción de gracias en honor al Papa León XIV en la Catedral de Chiclayo, además de múltiples celebraciones religiosas en varias ciudades de la región Lambayeque, como muestra de fe y devoción.
Sin duda, la presencia del exobispo estadounidense, hoy nacionalizado peruano, ha dejado una huella imborrable en la Iglesia Católica del Perú y en el corazón de quienes lo conocieron de cerca.
