La selva peruana experimentó intensas lluvias y fuertes vientos recientemente, después de haber sido afectada por varios meses de incendios forestales. Sin embargo, han generado importantes daños en varias regiones del país.
En Satipo, la lluvia cayó durante más de 12 horas, inundando viviendas, comercios y calles, que se convirtieron en ríos. Un incidente notable involucró a un conductor cuya camioneta fue arrastrada por el río San Francisco mientras intentaba cruzar un badén. El vehículo se apagó en medio de la corriente, poniendo en peligro su vida.
Mientras que en Puno, la intensa precipitación provocó un aumento en el caudal del río Inambari, que se llevó consigo camiones y maquinaria de la minería informal. Pobladores atónitos vieron cómo sus pertenencias eran arrastradas, mientras otros intentaban recuperar sus materiales utilizando lanchas, exponiéndose a grandes riesgos.
En Jaén, en el distrito de Huabal, la llegada de la lluvia fue recibida con sentimientos encontrados. Aunque muchos celebraron la precipitación, pronto se dieron cuenta de que las inundaciones comenzaban a afectar sus hogares y cultivos.
Situaciones similares se reportaron en Puerto Maldonado, donde la fuerte lluvia, acompañada de granizo, sorprendió a los residentes tras un largo periodo de sequía.
UNA PERSONA HERIDA
Finalmente, en Arequipa, los fuertes vientos generaron una polvareda significativa y causaron daños a viviendas y negocios al derribar techos de calaminas. Además, los vientos provocaron la caída de árboles, uno de los cuales impactó un vehículo, dejando a una mujer de 67 años con lesiones en el brazo.
