Armadas con palos, un grupo de mujeres se enfrentó al equipo antimotines de Seguridad Ciudadana de Trujillo. Esto se originó debido a que los agentes decomisaron un carretilla de jugos a una comerciante ambulante.
Las mujeres denunciaron que los uniformados habían aprovechado el momento para cometer diversos abusos durante la intervención.
Las comerciantes se ubicaron en frente del camión municipal para evitar que este avance, incluso una de ellas se colocó debajo del vehículo. También pincharon los neumáticos.
Tras varios minutos de lucha, los fiscalizadores del municipio decidieron devolver el puesto de jugos a su propietaria advirtiéndole que de ser hallada nuevamente vendiendo en la vía pública, sus pertenencias serían llevadas al depósito municipal.
