Hace diez años, en la región de Apurímac, provincia de Abancay, distrito de Curahuasi, una pareja de médicos alemanes fundaron la clínica más moderna de la sierra peruana, Diospi Suyana. Hasta este lugar, llegan personas de las comunidades rurales de los alrededores, y también de provincias y regiones mucho más alejadas como Cusco y hasta Puno, dado que el establecimiento cuenta con los mejores equipos médicos.
En Curahuasi, conocido como la capital mundial del anís, la infraestructura pública casi no existe y la pobreza es extrema y los servicios públicos son escasísimos, Klaus Dieter John, dueño del hospital, optó por ofrecer sus atenciones médicas al más bajo costo.
Por ejemplo, una consulta en medicina general o en cualquier especialidad cuesta cuatro soles. Y si una persona no puede pagar esos costos no deja de recibir atención. Los trabajadores sociales evalúan todos los casos para que cada paciente pueda tratarse y pagar lo que puede pagar.
Con la visita del presidente Kuczynski a su hospital, ellos señalan que no solamente buscan conseguir más donaciones para seguir creciendo, sino que este ejemplo se replique en otras zonas del país.