El director de la Cámara Internacional del Transporte, Martín Ojeda, anunció un nuevo paro de 24 horas programado para el próximo 4 de noviembre, en respuesta a los continuos ataques contra transportistas, pese al estado de emergencia vigente en Lima Metropolitana y el Callao. La decisión fue adoptada por mayoría, tras suspenderse el apagado simbólico de motores que se tenía previsto.
Ojeda lamentó que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno y de la Policía Nacional, los resultados frente a la inseguridad sigan siendo insuficientes. “Pensábamos que esta situación iba a cambiar, pero las estadísticas son dolorosas porque significan vidas perdidas. Debemos respetar a los dos conductores profesionales que han fallecido y que merecen el reconocimiento de todo el gremio”, declaró.
Durante la primera semana del nuevo estado de excepción, se registraron dos asesinatos de choferes de transporte público en el Callao, hechos que han generado indignación entre los gremios del sector. En esa línea, Miguel Palomino, presidente de la Asociación Nacional de Conductores, confirmó que su organización también acatará el paro convocado. “En Palacio se dijo claramente que si había algún asesinado del transporte urbano, habría un apagón de motores”, recordó.
MEDIDA PODRÍA AMPLIARSE
Palomino adelantó que su gremio evalúa la posibilidad de ampliar la medida a nivel nacional en los próximos días y solicitó una reunión con el presidente interino José Jerí para abordar la derogación de leyes que —según dijo— favorecen a la criminalidad. “Estamos buscando una fecha tentativa para un paro nacional. Queremos soluciones concretas y seguridad para todos los conductores”, enfatizó.


