Transportistas de la empresa Las Águilas 75 intentaron llegar en caravana a la Estación Caja de Agua, en San Juan de Lurigancho, con la intención de concentrarse y dirigirse al Congreso de la República, pero fueron impedidos por un contingente policial en el cruce de las avenidas Canto Grande con San Hilario Oeste. Al menos 20 vehículos quedaron retenidos, mientras que comerciantes de la zona se sumaron a la protesta, bloqueando el paso de vehículos y apoyando la movilización de los transportistas.
La medida de fuerza se inició luego de que un conductor resultara herido en un ataque a un bus de la empresa Santa Catalina, cuyos trabajadores denunciaron pagos de hasta 16,500 soles mensuales por extorsión. Según los transportistas, múltiples organizaciones criminales se turnan para exigir “cupos” diarios a cada unidad, aumentando la presión sobre los choferes y cobradores. “Todos los días pagamos, y si no respondemos, vienen con granadas o amenazas de muerte”, señaló un conductor.
A pesar de la intervención policial, algunos transportistas lograron avanzar y bloquearon la zona de ingreso a San Juan de Lurigancho, específicamente en el Óvalo de Zárate. Los manifestantes aseguraron que no pueden salir a trabajar tranquilos, ya que temen por su vida y la de sus familias, y cuestionaron la efectividad de las recomendaciones de la presidenta Dina Boluarte para no responder llamadas o mensajes de extorsionadores.
ZONAS BLOQUEADAS
Al cierre del informe, se mantenían bloqueos en el Paradero 1 de Las Flores y en el Óvalo Zárate, principales accesos de Lima a San Juan de Lurigancho. Los transportistas advirtieron que podrían radicalizar su medida de lucha si el Gobierno no toma acciones concretas para protegerlos de las mafias que operan en la zona.