La violencia golpeó nuevamente al transporte público en Lima. La cochera principal de la Línea 36, ubicada en Puente Camote, amaneció paralizada luego de sufrir dos ataques armados en menos de cinco horas. Al menos siete disparos impactaron contra buses y la fachada del local, sembrando el pánico entre los conductores y cobradores que se disponían a iniciar sus labores.
De acuerdo con los testigos, la primera balacera ocurrió cerca de las 11:20 p.m., cuando dos sujetos a bordo de motos lineales dispararon contra el portón de ingreso. Horas más tarde, al amanecer, un hombre ingresó armado y encañonó a un chofer y a un trabajador de vigilancia. “Nos apuntó y jaló el gatillo, pero gracias a Dios la pistola se trabó”, relató uno de los sobrevivientes.
El trabajador aseguró que no existe información oficial sobre extorsiones o cobros de cupos, pero cree que los atacantes llegaron con la clara intención de matar. “No han pedido nada, no han hablado, solo dispararon”, declaró. El hecho provocó que los transportistas apaguen sus motores y decidan no salir a trabajar hasta que la empresa brinde garantías de seguridad.
SUSPENDEN SERVICIO
La gerencia de la Línea 36, a través de un mensaje de WhatsApp, ordenó la suspensión de todos los servicios “hasta nuevo aviso” como medida de seguridad. Durante la mañana, fiscales y peritos de criminalística de la Policía Nacional acudieron a la cochera para recoger evidencias que permitan identificar a los responsables de este nuevo atentado contra el sector transporte.