Han pasado nueve meses desde que Sheyla Cóndor salió de su casa, el 13 de noviembre de 2024, para no regresar jamás. Su cuerpo fue hallado en la vivienda del suboficial Darwin Condori, en Comas, donde la joven de 26 años perdió la vida. Sin embargo, recién ahora se conocen los resultados de las pericias biológicas practicadas en el inmueble, y lo revelado es escalofriante: Condori no habría actuado solo.
De acuerdo con la defensa legal de la familia, liderada por la abogada Jackeline López, el informe del Departamento de Biología Forense confirma la existencia de tres perfiles genéticos masculinos distintos en la escena del crimen. “Se encontraron muestras espermáticas y de sangre, y las tres no corresponden entre sí. Se trataría de tres sujetos diferentes, todos varones”, explicó.
Las pruebas encontradas
Una de las muestras de sangre fue hallada en la cara interna del lavamanos, debajo de la grifería. Otra, en la parte posterior de la puerta del dormitorio izquierdo que era usado por una compañera de cuarto de Condori. La tercera corresponde a restos biológicos espermáticos encontrados en las prendas íntimas de la víctima.
El informe de criminalística también concluyó que las muestras recogidas no coinciden entre sí, reforzando la hipótesis de la participación de más de una persona. Pese a que Darwin Condori ya no está con vida, la Fiscalía tiene pendiente realizar una diligencia de exhumación para obtener su muestra biológica y cotejarla con los perfiles encontrados.
Además, los seis primeros detenidos tras el hallazgo del cuerpo —compañeros de vivienda y asistentes a la reunión social en el departamento de Condori— deberán entregar sus muestras genéticas. Esta diligencia está programada para el 29 de agosto.