Un chofer de la empresa de transporte Santa Catalina fue víctima de un ataque a balazos la mañana de este jueves, cuando realizaba su ruta en la avenida Canto Grande, a la altura del paradero 12, en San Juan de Lurigancho (SJL).
Alejandro Vargas Antezana, de 49 años, padre de familia y conductor de la línea, fue sorprendido por un sujeto encapuchado que subió a su unidad como pasajero y luego le disparó dos veces antes de huir. Uno de los proyectiles impactó en su rostro.
Pese a las graves heridas, Vargas logró manejar hasta el Hospital de Canto Grande en busca de ayuda. Sin embargo, en el establecimiento de San Juan de Lurigancho no contaban con el especialista que requería, por lo que horas después fue trasladado al Hospital Hipólito Unanue, donde permanece internado con pronóstico reservado.
AMENAZAS CONSTANTES
La empresa Santa Catalina, conformada por 160 unidades, viene siendo amenazada desde el año pasado por bandas de extorsionadores que exigen hasta 200 soles mensuales por cada bus. La compañía de buses ya ha denunciado los hechos, que no solo ponen en riesgo a los conductores, sino también a los pasajeros que viajan a diario en la ruta.
El drama de la familia Vargas se suma a la falta de seguridad laboral de los choferes. Ninguno de los trabajadores de esta línea cuenta con EsSalud ni con seguros particulares, lo que agrava la situación cuando ocurren hechos violentos como el que mantiene a Alejandro luchando por su vida.