Gracias al esfuerzo de sus familiares y amigos, los restos de Geraldine Sánchez finalmente llegaron a Lima desde Italia, país donde fue asesinada por su expareja. La joven madre había viajado a Europa en busca de un nuevo comienzo junto a sus hijos. Sin embargo, el agresor cruzó la frontera para consumar el crimen.
Geraldine escapó de los constantes maltratos de Alexander Vilcher Quilla, con quien tenía un historial de violencia. El sujeto tenía medidas de alejamiento y denuncias por agresión, pero aun así viajó hasta Italia. Luego de dos meses de hostigamiento, logró ubicarla y acabar con su vida.
El caso fue cubierto por medios italianos que calificaron el asesinato como cruel y premeditado. Tras cometer el crimen, el feminicida subió a las redes sociales de la víctima una fotografía suya con la frase “Mi verdadero amor”.
EXIGEN JUSTICIA
Luego de intensas gestiones, el cuerpo de Geraldine fue repatriado al Perú para ser sepultado el distrito de Villa María del Triunfo (VMT), lugar donde creció. La familia le dio cristiana sepultura entre lágrimas y reclamos de justicia. Hoy, sus seres queridos exigen que el asesino pague por lo que hizo.