Un fuerte ventarrón sorprendió la tarde de ayer a los limeños, generando destrozos en distintas zonas de la capital, especialmente en aquellas con viviendas precarias. Las ráfagas de viento levantaron calaminas, sacudieron estructuras frágiles y causaron alarma en los vecinos.
En Comas, el techo de calamina de una familia terminó enredado entre los cables de alta tensión. Un sereno que intentó retirar el material fue golpeado en la cabeza, aunque afortunadamente el incidente no pasó a mayores.
En el Rímac, se reportaron al menos 30 incidencias relacionadas con los fuertes vientos, según confirmó el propio alcalde del distrito. Las imágenes registradas muestran calaminas golpeando violentamente contra las paredes y techos desprendidos que ahora amenazan con caer sobre transeúntes y viviendas vecinas.
Uno de los puntos más afectados fue la zona cercana a la carretera Pasamayito, donde se evidenció la fragilidad de las construcciones. Muchos vecinos ya han comenzado a reforzar sus techos tras el aviso del Senamhi, que advirtió que estos ventarrones continuarán hasta el domingo 3 de agosto.
PREVENCIÓN
Especialistas recomiendan asegurar correctamente las calaminas utilizando tornillos con golillas, en lugar de piedras o alambres, ya que estos últimos tienden a soltarse con el viento. Por su parte, las autoridades hicieron un llamado a la población a mantenerse alerta ante cualquier eventualidad.