Carlos Advíncula, conductor de la empresa de transportes El Rápido, fue asesinado a sangre fría por un falso pasajero en el distrito de Los Olivos. La cámara de seguridad muestra el momento exacto en que el asesino le dispara por la espalda y huye en una motocicleta, con un celular en la mano, sin que nadie lo detenga.
Carlos era esposo y padre de cuatro menores de edad. Trabajaba desde hace más de seis años en la empresa, con jornadas extenuantes que comenzaban a las cuatro de la madrugada y culminaban cerca de la medianoche.
La víctima ya sabía del peligro que enfrentaba. Semanas antes, otro conductor de la misma empresa sobrevivió a un atentado similar. La familia de Carlos exige respuestas. “¿Dónde están las autoridades? Esto ocurrió en una zona muy transitada, cerca de Villa Sol, donde hay una comisaría a pocas cuadras. ¿Por qué no hay presencia policial o militar en puntos estratégicos?”, cuestionó su cuñado.
DÉBIL RESPUESTA DEL GOBIERNO
Mientras tanto, las muertes por extorsión se siguen acumulando. El gobierno de Dina Boluarte ha sido duramente criticado por su débil respuesta frente a esta ola de violencia que cada día cobra nuevas víctimas, dejando a familias enteras en el dolor y el abandono.