Largas filas, despedidas prolongadas y una visible incomodidad entre los pasajeros marcaron la noche del sábado y la madrugada del domingo último en el control migratorio del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Aunque inicialmente se habló de una “intermitencia en el sistema”, Lima Airport Partners (LAP) aclaró que no se trató de una interrupción completa, sino de una falla externa en el sistema de verificación de antecedentes.
Fernando Núñez, director de Registro y Control Migratorio, explicó que el incidente se debió a un problema en el servicio de la Policía Nacional del Perú (PNP), encargado de brindar información sobre requisitorias, antecedentes y otras alertas relevantes para la seguridad del país.
“Lo que detectamos es que uno de los servicios de la Policía Nacional no nos estaba respondiendo. Por eso se activaron los protocolos de contingencia, lo que no significa interrupción, sino un cambio en el procedimiento”, precisó.
SEGURIDAD NUNCA ESTUVO COMPROMETIDA
A pesar del inconveniente, el funcionario aseguró que la seguridad nunca estuvo comprometida, y que esta medida solo implicó una modalidad distinta en el proceso de revisión de los pasajeros. Durante este primer mes de operaciones del nuevo Jorge Chávez, el sistema migratorio ha funcionado con un nivel de eficiencia del 99.9%, según detalló Núñez.