Las emblemáticas Líneas de Nazca, reconocidas mundialmente por su enigmático trazado ancestral, se encuentran nuevamente en el ojo del huracán. Esta vez, no por su valor arqueológico, sino por una polémica decisión estatal que recortó el área de reserva en la zona, abriendo paso a la explotación minera informal amparada bajo el REINFO (Registro Informal de Actividades Mineras).
Según la Resolución Viceministerial 128-2025, el área protegida en Nazca fue reducida de 5,200 a 3,600 kilómetros cuadrados, dejando más de 2,000 kilómetros cuadrados vulnerables a actividades mineras. En esta extensión, operan cerca de 300 REINFOS que ahora podrían actuar sin restricciones, poniendo en riesgo uno de los patrimonios culturales más importantes del Perú y la humanidad.
INTERESES ECONÓMICOS
César Ipenza, del Observatorio de Actividades Hidrocarburíferas del Perú, señaló que esta reducción responde principalmente a intereses económicos ligados a la minería, lo que ha motivado la solicitud de numerosos petitorios mineros en la zona liberada. “Casi se está promoviendo la actividad minera en un área que era patrimonio de todos nosotros”, advirtió.
En respuesta, diversas organizaciones y ciudadanos han convocado marchas para este lunes en la Plaza de Armas de Nazca, exigiendo la protección del patrimonio y un pronunciamiento claro del Estado.