Eran poco más de las seis de la tarde cuando la tranquilidad del paradero de mototaxis, ubicado en inmediaciones del cementerio El Sauce en San Juan de Lurigancho, se vio interrumpida por un ataque a sangre fría. Un joven mototaxista de tan solo 16 años conversaba con un colega cuando dos sujetos en moto se detuvieron en el lugar. Sin previo aviso, el sicario descendió del vehículo menor, caminó entre las motos estacionadas y disparó al menor por la espalda. Luego, lo remató con cinco disparos de frente antes de huir junto a su cómplice en dirección a la avenida Los Jardines Este.
Desesperados, los mototaxistas intentaron auxiliar al joven y lo trasladaron de urgencia al Hospital de San Juan de Lurigancho, pero lamentablemente llegó sin signos vitales. Su muerte ha conmocionado a la zona, donde vecinos y compañeros de trabajo aún no pueden creer lo sucedido. “Era un mototaxista tipo pirata, lo veía taxear solo algunos días”, comentó un colega de la víctima. En el paradero, ahora apenas se detienen unidades, pues el miedo se ha apoderado de todos.
La familia del menor, entre lágrimas y música, le dio el último adiós en el cementerio donde alguna vez trabajó como albañil. Sus seres queridos rechazan cualquier vínculo con la delincuencia y aseguran que se trató de una confusión. “Él no era una persona mala. Trabajaba con su moto y no sabemos por qué lo mataron de esta forma tan cruel”, declaró su tía. Sin embargo, no se descartan otras hipótesis, como una represalia por cupos impagos en el sector de transporte informal.
FAMILIA EXIGE JUSTICIA
El joven, que este año planeaba postular al Ejército, tenía muchos sueños que fueron arrebatados de la peor manera. Su familia, sumida en el dolor, exige justicia y mayor seguridad en una zona que, una vez más, es testigo de la violencia descontrolada.