El incendio de gran magnitud que se desató el lunes en una zona comercial del Cercado de Lima ha requerido más de 27 horas de trabajo ininterrumpido por parte del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios. Cuando parecía que las llamas habían sido confinadas, el fuego se reavivó en la tarde del martes, afectando nuevos inmuebles aledaños y obligando a evacuar a decenas de familias. Más de 50 unidades de bomberos han sido desplegadas desde distintas zonas de Lima para contener la emergencia.
Una de las principales preocupaciones de los bomberos es el riesgo de colapso de varias estructuras debilitadas por el fuego. Debido a esta amenaza, las operaciones se realizan principalmente desde el exterior para evitar exponer a los rescatistas a un posible derrumbe. “El riesgo de colapso es real y nuestra prioridad es la seguridad de nuestros hombres”, indicaron fuentes de los bomberos. Hasta el momento, al menos 17 personas han resultado afectadas por inhalación de humo.
El denso humo generado por el incendio ha contaminado el aire en distritos cercanos como el Rímac, San Juan de Lurigancho y Lima, lo que llevó a las autoridades a recomendar el uso de mascarillas para evitar problemas respiratorios. En la Maternidad de Lima, ubicada cerca del siniestro, se han reforzado las medidas de seguridad para proteger la salud de madres y recién nacidos que reciben atención médica en el centro hospitalario.
BOMBEROS SIGUEN LUCHANDO
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) informó que el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios cuenta con el apoyo de cisternas del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) para combatir el fuego. A pesar de los esfuerzos, las llamas continúan propagándose en el interior de algunos edificios, complicando la extinción total del incendio.