El colapso del puente Chancay ha generado una grave crisis en la Panamericana Norte, afectando a miles de transportistas, agricultores y comerciantes. A lo largo de la vía, desde puntos neurálgicos como la variante de Pasamayo y el intercambio vial de Aucallama, el tráfico se encuentra completamente colapsado.
Camiones y tráilers permanecen detenidos por horas, obligando a los conductores a buscar rutas alternas, mientras que el tiempo de viaje se extiende considerablemente.
COBRO DE PEAJES
El impacto es aún mayor para quienes deben pagar el peaje, que se mantiene a pesar de las limitaciones de tránsito. Según denuncias de gremios como la Cámara Internacional de la Industria del Transporte (CIT), este cobro adicional no se justifica, considerando los problemas generados por el colapso.
Además, los comerciantes de la zona, en especial los restaurantes, han visto caer drásticamente sus ingresos debido a la reducción del tránsito de vehículos. Agricultores, como los productores de fresa, también enfrentan graves dificultades. En medio de estos problemas, un grupo de 50 comerciantes afectados ha solicitado diálogo con la concesionaria, sin éxito hasta el momento.
