Las mafias que controlan el comercio ambulatorio y la lotización del espacio público en San Juan de Lurigancho no están dispuestas a ceder terreno. A pesar de los esfuerzos del municipio para recuperar las calles y las veredas de la zona de Canto Grande, estas organizaciones ilegales siguen resistiendo la autoridad, incluso a costa de enfrentamientos violentos con la policía y funcionarios municipales. Las mafias, que obtienen enormes beneficios económicos del control de estos espacios, han demostrado su capacidad para intimidar, incluso a través de amenazas directas a funcionarios del municipio.
El alcalde de San Juan de Lurigancho, Jesús Maldonado, señaló que el verdadero problema no radica en el comercio ambulatorio en sí, sino en las mafias organizadas que lo promueven. Estas organizaciones lotizan las calles y las veredas, vendiendo estos espacios a los propios vecinos, quienes a veces aceptan estas prácticas en busca de beneficios inmediatos. La situación ha escalado a tal punto que altos funcionarios municipales han sido blanco de amenazas, como lo demuestra un mensaje intimidatorio recibido por el propio gerente municipal.
Enfrentados a esta peligrosa situación, el municipio ha tenido que recurrir a la contratación de seguridad privada para proteger a sus funcionarios. El gerente municipal, Alejandro de la Cruz, explicó que las amenazas no solo afectan a los altos funcionarios, sino también a los operativos, fiscalizadores y serenos, quienes son vigilados constantemente por las mafias. La falta de recursos y la inadecuación de las leyes, que impiden a los serenos portar armas o realizar registros, hacen que las autoridades se vean superadas por la situación.
OPERAN CON TOTAL IMPUNIDAD
La violencia y la criminalidad en la zona han llegado a niveles alarmantes. Hace dos semanas, las bandas criminales llegaron hasta la casa de los padres del alcalde Jesús Maldonado, un atentado atribuido a la temida banda del “Loco Aroni”. En este contexto, Maldonado no dudó en calificar al gobierno central como ineficaz en la lucha contra la criminalidad. Según el alcalde, las bandas criminales operan con total impunidad, utilizando motocicletas para disparar a la gente y grabar los hechos, una práctica que se asemeja a situaciones de países con mayores índices de violencia.
