Este martes, Abraham Mina Recabarren, exmano derecha de Andrés Hurtado, conocido como “Chibolín”, se presentó ante la Fiscalía en calidad de testigo en el caso que involucra al detenido presentador de televisión. Mina, quien administraba el dinero de Hurtado, negó rotundamente cualquier relación con las presuntas actividades ilegales por las que se investiga a su antiguo socio.
César Nakazaki, abogado de Mina, aseguró que la relación entre su cliente y Hurtado era meramente de socios, y que su cliente no participó en los presuntos acuerdos irregulares que Hurtado habría realizado con autoridades importantes. “Lo que tenemos es una sociedad informal entre el señor Andrés Hurtado y mi cliente”, afirmó Nakazaki, quien enfatizó que las sociedades pueden existir sin necesidad de estar inscritas formalmente.
Mina también emitió una advertencia a los medios de comunicación, señalando que podrían enfrentar demandas si continúan vinculando su nombre con supuestos actos ilegales. A pesar de sus declaraciones de inocencia, su papel como administrador de grandes sumas de dinero para Andrés Hurtado, incluyendo el envío de fondos para sus hijas, lo convierte en una figura clave en el caso.
PIEZA CLAVE EN EL CASO
La información que Abraham Mina Recabarren pueda aportar como testigo a la Fiscalía resulta crucial para el avance de las investigaciones. Por ahora, su testimonio es visto con gran relevancia, dado su acceso a detalles financieros y su cercanía con Andrés Hurtado en momentos donde se investigan presuntas actividades ilícitas.
