El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, llevó a cabo el tradicional rito del lavado de pies en la catedral de Lima como parte de las ceremonias por Jueves Santo.
En esta ocasión, el gesto estuvo dirigido a las madres e hijos que forman parte de las ollas comunes, una muestra de solidaridad y humildad en un momento tan significativo para la fe católica.
La ceremonia, llevada a cabo en un ambiente de recogimiento y devoción, fue recibida con gratitud y emoción por parte de los participantes, quienes recibieron este gesto como un símbolo de reconocimiento a su labor y un mensaje de esperanza en tiempos difíciles.
El monseñor, en su mensaje durante la ceremonia, resaltó la importancia del servicio y la solidaridad como pilares fundamentales de la fe cristiana, instando a seguir el ejemplo de Jesús en el servicio a los demás y el amor incondicional hacia el prójimo.