Hasta hace unas horas, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, representaba la imagen de la lucha contra la corrupción, pero hoy se ha convertido en la presunta cabecilla de una organización criminal enquistada en el Ministerio Público.
Un documento judicial de 124 páginas da cuenta del modus operandi que habrían seguido la fiscal de la Nación y tres de sus más cercanos asesores, Miguel Ángel Girado Isidro, el coordinador parlamentario del Ministerio Público, Abel Hurtado y el recién destituido exasesor y brazo derecho de Patricia Benavides, Jaime Villanueva Barreto quien se desempeñaba como gerente central del Despacho de la Fiscalía de la Nación.
Según la tesis fiscal, Benavides, a través de estos tres personajes, habría archivado investigaciones penales en curso contra congresistas a cambio de influir en la designación del Defensor del Pueblo, la inhabilitación de la exfiscal de la Nación Zoraida Ávalos y en el proyecto contra la Junta Nacional de Justicia que la investigaba preliminarmente por haber destituido a la fiscal a cargo de la investigación contra su hermana por presuntamente cobrar sobornos para liberar reos imputados por narcotráfico.
Las pruebas de estos hechos serían estos chats donde se lee que Jaime Villanueva Barreto coordinaba con congresistas por un presunto pedido de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Pruebas que desencadenaron que el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del poder empezara a ultimar detalles para ejecutar el megaoperativo Valquiria 5.
Sin embargo, la fiscal de la Nación habría tomado conocimiento de este operativo liderado por la fiscal Marita Barreto a quien, entre gallos y medianoche, decidió remover de su cargo frente al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder.
REUNIÓN ENTRE PATRICIA BENAVIDES Y SU ENTORNO MÁS CERCANO
Esta resolución la habría firmado entre las 8 y 48 de la noche del último domingo y las 3 y 54 de esta mañana, más de 7 horas en el que Patricia Benavides, según el cuaderno de ocurrencias del Ministerio Público, estuvo reunida en el noveno piso de la sede Fiscal junto a su entorno más cercano, entre ellos figura Miguel Girao Isidro.
Esta reunión de emergencia también habría sido convocada por la fiscal Benavides para deslindarse de su brazo derecho, Jaime Villanueva, a quien también destituyó de su cargo alegando una necesidad de servicio. Sin embargo, esta resolución fiscal lleva la fecha del 25 de noviembre.
Pese a ello, 11 minutos después de que la fiscal de la Nación abandonara su despacho, un contingente policial de la Diviac junto al fiscal Christian Niño iniciaron el allanamiento del noveno piso del Ministerio Público, donde se encuentran las oficinas de Miguel Ángel Girado, Abel Hurtado y Jaime Villanueva Diligencias que se extendieron a las viviendas y vehículos de estos tres personajes.
Quien no fue encontrado en su vivienda de La Molina fue Jaime Villanueva Barreto, el único para el que la Fiscalía solicitó detención preliminar por 10 días. Él fue encontrado en una clínica de Surco, a donde acudió de emergencia alegando una descompensación y dolencia lumbar, dolencias que no le sirvieron para evitar ser intervenido.
Mientras Villanueva Barreto era intervenido en la clínica, la policía continuaba con los allanamientos, logrando descubrir en la llanta del carro de Abel Hurtado una bolsa que contenía documentos que podrían estar relacionados con la investigación. Jaime Villanueva fue trasladado desde la clínica enmarrocado hasta la sede de la Prefectura, donde permanecerá en calidad de detenido por los presuntos delitos de organización criminal y tráfico de influencias en agravio del Estado.