En lo que va del año, Lima ha sido sacudida por más de una docena de atentados con granadas, lo que ha generado una creciente preocupación en toda la ciudad.
A pesar de que no se han reportado fatalidades hasta el momento, los explosivos han dejado varios heridos y un sentimiento de inseguridad en la comunidad.
REPORTES
Los incidentes se remontan a abril, cuando una granada fue encontrada en una mototaxi en el distrito de Ate. En mayo, en San Juan de Lurigancho, una empresa de envíos fue el blanco de otro ataque con granada.
En julio, una vivienda en Villa El Salvador fue sacudida por una explosión, y en agosto, ocurrió lo mismo en Chorrillos en la residencia de un emprendedor local.
El mes de septiembre no fue la excepción, con una granada detonada en una discoteca de San Juan de Lurigancho, donde dos menores de edad y una mujer embarazada resultaron heridos.
Además, el 17 de septiembre, un comerciante en San Martín de Porres fue víctima de un atentado similar. En el mismo distrito, la policía descubrió a extranjeros en posesión de granadas destinadas para futuros atentados.
Octubre no ha traído alivio, ya que una explosión con granada en Lince dejó a tres personas heridas. Comas también fue escenario de un atentado, mientras que en Surquillo, la policía tuvo que desactivar una granada abandonada en la vía pública.
El 9 de octubre, San Juan de Lurigancho fue nuevamente sacudido por la detonación de una granada, y ese mismo día se reportó un incidente similar en una mototaxi.
