Yumiko Ramírez es una madre de tres hijos que, al recibir una orden de desalojo por parte de su exsuegro, decidió derribar la casa en la que vivió durante 20 años. El hecho ocurrió en la provincia de Chancay.
La mujer contrató a obreros y, a fuerza de combazos, redujo a escombros la vivienda que construyó junto a su expareja al asegurar que los problemas comenzaron cuando el padre de sus hijos decidió abandonar el hogar.
Esta madre de familia asegura que la casa fue construida por ambos durante su matrimonio, por lo que decidió tomar la drástica decisión de destruir el inmueble antes de mudarse a la casa de su madre junto a sus hijos.
TODO REDUCIDO A ESCOMBROS
Según ella, la relación con el padre de sus hijos y su familia ha llegado a su fin de manera definitiva. En las paredes de la casa todavía se pueden ver carteles de “obra paralizada” colocados por el municipio de Chancay.