Uno de los puntos más convulsionados durante el primer día del paro parcial de transportistas fue el paradero Puente Nuevo que une los distritos de El Agustino y San Juan de Lurigancho.
Se observaban a ciudadanos corriendo de un lado a otro para alcanzar un bus. Otros iban prácticamente colgados de los vehículos de transporte público en la zona este de la capital.
La circulación de buses con destino a La Molina, Manchay y Huaycán generó más de una incomodidad a los usuarios quienes tuvieron que esperar más de media hora para abordar una unidad que los lleve a sus destinos.
Personal de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para Lima y Callao llegó hasta la zona para ordenar el ingreso a las pocas unidades que circulaban en el lugar.
Sin embargo, conforme pasaban los minutos la desesperación de los viajeros se incrementaba, por lo que la Policía tuvo que desplegar un bus de la institución para trasladar a los ciudadanos.