Esposado y confeso al fin, el asesino condujo a los detectives de la Dirincri hasta la última pieza de su macabro rompecabezas. Cubierto con cemento, la parte que faltaba hallar del cuerpo del taxista Herbert Coz Vara, reportado como desaparecido el pasado 15 de septiembre, desmembrado y abandonado en el Asentamiento Humano Río Seco en Cieneguilla.
El joven estudiante de veterinaria de 25 años de edad y sin ningún antecedente policial, narró con lujo de detalles cómo dopó con ansiolíticos a su amigo y luego cómo le aplicó una inyección para eutanasia en animales para acabar con su vida.
CONFESIÓN
Giancarlo Sanchéz Suárez confesó que se encontró con el taxista a quien conocía hace un año para celebrar las previas de su cumpleaños, lo llevó hasta su casa, tomaron licor, discutieron, lo mató y descuartizó en el patio de su casa, lo quemó y luego fue directo a Cieneguilla para abandonar los restos.
La pesadilla para la familia de Herbert Coz Vara se inició el pasado 19 de septiembre cuando el hallazgo de un cuerpo en un desolado Asentamiento Humano acabó con toda esperanza de hallar con vida al padre de familia.
Tras perpetrar el macabro crimen, el estudiante de veterinaria utilizó el auto de su víctima, el cual fue reportado como robado, según confesó estuvo con el cuerpo cercenado del taxista por tres días hasta que el olor empezó a ser insoportable.
Según la Policía Nacional el móvil serían los celos enfermizos, en medio de una supuesta relación amorosa entre la víctima y su verdugo, hipótesis que en las próximas horas el detenido tendrá que aceptar o rechazar luego de confesar este horrendo crimen.