En medio del dolor e impotencia de sus padres y familiares fue despedido el pequeño de tan solo dos años que, el pasado domingo cayó accidentalmente a un pozo de más de 50 metros de profundidad en el Cercado de Lima y perdió la vida.
Una trágica pérdida que debería dejar lecciones inmediatas y encender las alarmas de las autoridades para evitar que accidentes como el sucedido el último domingo enluten a más familias peruanas. Sin embargo, la indiferencia e ineficacia por parte de algunas jurisdicciones sigue prevaleciendo.
Durante un recorrido del equipo de prensa de Panamericana Televisión se contabilizaron al menos 6 pozos de desagües, de cables de electricidad y acequias descuidadas donde la falta de mantenimiento era evidente, por lo que representan una trampa mortal en diferentes distritos de nuestra capital.