La propietaria de un edificio en el distrito de Surquillo en la intersección de la calle Gorki con Juárez decidió tomar la justicia por su cuenta desalojando a 8 familias venezolanas que vivían en su propiedad, acompañada de unas 15 personas, uno de ellos armados amedrentó a los ciudadanos extranjeros, quienes debían el arriendo hace más de 5 meses.
Tras el desalojo 17 personas quedaron en la calle, incluidos niños con todas sus pertenencias, en pleno estado de emergencia, varios de ellos denuncian que la propietaria y sus familiares utilizaron violencia para expulsarlos del lugar donde vivían.
El embajador venezolano en Perú, designado por Juan Guaidó, Carlos Scull representante llegó hasta el lugar para brindar apoyo a sus compatriotas e intentar reubicarlos en algún lugar lo antes posible. “Se trató de mediar con el arrendador, pero no hubo posibilidad en este sentido, porque ya la situación era bastante complicada y ellos preferían retirarse. Estamos buscando un albergue temporal con la cooperación internacional”, detalló.