Una madre de familia vive un drama, luego que fue detenida, juzgada y encarcelada por error por el delito de tráfico ilícito de drogas.
Jaqueline Moran Sotelo, perdió su D.N.I. y una banda de narcotraficantes usurparon su identidad para mandar droga a España a su nombre. Por lo que fue privada de su libertad a ocho años de prisión.
Su inocencia fue probada y ahora busca demandar al Ministerio del interior, por su fallido programa de recompensas que desarrolla y por haber usado su identidad como una peligrosa delincuente y haber mancillado su dignidad y honor.