Lo que debió ser una práctica sana de deporte, en una loza deportiva del ansentamiento humano Paraíso de Villa María del Triunfo, se convirtió en un recinto donde primó el pánico y se tiñó de sangre, después que, Luis Felipe Caldez Criales lanzara una patada a su cuñado, un policía luis identificado como Ángel Cárdenas Santaria, provocación que lo llevó a dispararle y luego quitarse la vida con su arma de reglamento.
Por su parte su madre aún no se recupera de la inesperada decisión tomada por su hijo al término de la “pichanga”, pero aclara que se trató de una provocación.
La familia del joven policía, que laboraba en la comisaría de Tacalá de Chorrillos, vela sus prendas, mientras espera la salida del cuerpo de la morgue.