La familia del repartidor de gas que murió al impactar contra el pavimento por una soga instalada en los alrededores del colegio José María Arguedas, en San Juan de Lurigancho, exigieron que las autoridades de centro educativo asuman su responsabilidad.
Ellos piden que el director del centro educativo se haga cargo de los gastos del sepelio y pague una indemnización pues la víctima era padre de dos niñas de ocho y doce años.
A pesar de la consecuencia fatal, el director del colegio admitió que tenía conocimiento de que la soga era puesta todos los días, pero no respondió sí tenían responsabilidad alguna en el accidente porque tenía que ir a almorzar.
Como se recuerda, Víctor Torres Saavedra (28) falleció al llegar a una clínica. Según el certificado de necropsia sufrió un traumatismo cefalocervical, causado por un golpe en el cuello al chocar contra la soga.