Tras las declaraciones desde la clandestinidad de Carlos Feijoo Mogollón, el hombre que casi mata a golpes a Milagros Rumiche, ella no pudo ocultar la indignación que le causó escuchar a su expareja.
Milagros usa un collarín porque tiene el cuello desviado, aún no puede respirar bien por la nariz, sus hematomas han sanado pero lo que no sana aún son las heridas psicológicas. Sin embargo señaló que el padre de su hijo miente al decir que nunca antes la había golpeado.
Además cuestionó la labor del periodista que entrevistó a su agresor y también la labor de la policía, que hasta el momento no encuentra a su agresor. Por su parte, el ministro Carlos Basombrío exigió a la policía de Tumbes, celeridad con sus diligencias.