El Consejo Superior del Sodalicio de Vida Cristiana, separó al fundador de ese grupo, Luis Fernando Figari, al declararlo culpable de los abusos sexuales que se le imputan y pidió al Vaticano que declare su inmediata separación de dicha comunidad religiosa.
El superior general de la organización, Alessandro Moroni, pidió perdón a las víctimas de abusos cometidos por algún miembro del Sodalicio, pero también a los denunciantes que por años no pudieron obtener una respuesta, pese a las evidencias existentes.