La muerte de Mauro Guzmán Buendìa, un cambista de 69 años que fue baleado por unos delincuentes, tras resistirse al robo de su canguro con más de 70 mil soles en San Isidro, ha marcado un antes y un después en dicho distrito.
La ola de inseguridad que ahoga a estos trabajadores será contrarrestada por el nuevo plan de seguridad implementado por el municipio y las dos comisarías del distrito. La incorporación de 40 agentes complementará el plan de seguridad. Las cámaras de seguridad también juegan un rol muy importante.
A pesar de que esta medida de seguridad no recuperará la vida de los cambistas asesinados, lo que se busca es evitar la muerte de más inocentes.