Las precarias condiciones de vida empujan a los venezolanos nuevamente a alzar su voz de protesta frente a la falta de los servicios básicos, sumergidos además en la emergencia sanitaria del coronavirus que desnuda la crisis social que se agudiza cada día en Venezuela.
En al menos 19 estados se registran protestas por falta de agua potable, energía eléctrica, gas doméstico y gasolina. En el estado Sucre, cercados por los manifestantes, las fuerzas policiales usaron sus armas para dispersar a la población.
Mientras que, un grupo de personas quemó un vehículo en Cojedes, donde también los habitantes denunciaron intentos de saqueos.
En Nueva Esparta, efectivos fueron grabados atacando la casa de un ciudadano que habría participado en las movilizaciones.
Las cacerolas suenan de día y de noche, mientras, el régimen de Nicolás Maduro alista equipos de civiles para reprimir las protestas. Hay decenas de detenidos y un número aún inexacto de heridos.