Se trata de unos enormes zapatos, parecidos a los que utilizan los payasos en sus shows, son zapatos especiales, para mantener la distancia social y evitar posibles contagios de coronavirus.
Los zapatos fueron creados por el zapatero Grigore Lup en Rumania, para que la gente se vea obligada a respetar la distancia mínima y así protegerse de la COVID-19.