El Arzobispado de Santiago, en Chile, acogió a más de 120 peruanos que terminaron varados debido al cierre de fronteras por la pandemia del COVID-19.
Entre los beneficiados también figuran embarazadas y niños. Todos ellos pasan sus noches en la casa de ejercicios Sagrada Familia. Sin embargo, no hay espacio suficiente, por lo que algunos duermen en las áreas comunes.
Tan solo la cifra de contagiados en el vecino país del sur asciende a 25.972, mientras que la cantidad de víctimas mortales a 294.