La temporada festiva comienza a vivirse en cada rincón del mundo. Tal es el caso del acuario de Tennessee, en Estados Unidos, donde una anguila eléctrica llamada Miguel Wattson, es el encargado de encender las luces de un árbol de Navidad, emitiendo descargas de mayor potencia cuando se alimenta, gracias a un sistema especial conectado al espacio que lo alberga.
Mientras tanto, la capital de Inglaterra, Londres, tampoco es ajena a estas festividades, pues se viene presentando una exposición navideña de una ciudad hecha con galletas y variadas golosinas. La urbe futurista cuenta con edificios de gran altura, una universidad, un estadio, cine, entre otros.
Pese al frío, Nueva York, procedió al encendido del tradicional árbol del Rockefeller Center. El abeto noruego que pesa 14 toneladas y mide un poco más de 23 metros, fue iluminado con alrededor de 50 mil luces de colores y coronado con una estrella de tres millones de cristales Swarovski.
De igual manera el acuario de Budapest, en Hungría, dio inicio a la temporada con un árbol sumergido a cuatro metros de profundidad y decorado con conchas, para sorprender a siete tiburones, peces y público en general.
