Lisa Graves tiene 31 años y los últimos 12 los ha vivido acompañada de un hipo que no se le quita. Según relata, comenzó a tener hipo desde su embarazo en 2008 y ha intentado de todo, desde los sustos, comer un limón, muchas cucharadas de azúcar, beber agua en cantidades insospechadas, pero no se le quita.
Después de varios estudios, los médicos le dijeron que su extraña condición es un efecto secundario causado por un derrame cerebral durante su embarazo, que pocas veces sucede en casos específicos como el suyo.
Ya que es intratable, Graves ha tenido que aprender a vivir con hipo. Lo que le quedaba era tomar medicamentos para relajar su diafragma y prevenir, pero ella prefirió mejor adaptarse.
"Decidí no seguir la ruta medicada. No quería depender de medicamentos” comenta y asegura que es una tarea difícil pero no imposible.