Estados Unidos. Marie Trainer estuvo en coma durante diez días, al despertar se dio con la ingrata sorpresa que había perdido brazos y piernas debido a un peligroso virus contagiado por su propia mascota.
La Capnocytophaga es un germen habitual en perros y gatos que puede ser contagioso y aunque usualmente no tiene estas extremas consecuencias, en el caso de Trainer fue casi mortal.
El virus se introdujo en el organismo de la mujer por un rasguño en su brazo cuando su perrito la lamió, días después ella comenzó a sentir los síntomas de la infección, entre estos náuseas y fiebre. Tras ser ingresada a un hospital empeoró, desarrolló gangrena y los médicos la indujeron al coma, finalmente amputaron brazos y piernas.
"Cuando abrí los ojos, no sabía dónde estaba", comentó, "Fue muy duro descubrir que tuvieron que quitarme las piernas y los brazos [...] muy difícil de aceptar", compartió la mujer, sin embargo está agradecida de seguir viva.