El fenómeno asustó a miles de estadounidenses, pues al menos 18 tornados golpearon los estados de Kansas, Nebraska y Oklahoma. Además, los monstruosos fenómenos trajeron granizo y fuertes vientos, así también cortó cables eléctricos y causó daños a un centenar de estructuras. Felizmente no se registraron heridos graves.
Aún se esperan más tornados en la región de Missisipi, por lo que las autoridades han recomendado a los pobladores que tomen sus precauciones.
En China, en la ciudad de Anshun, una fuerte tormenta de granizo afectó considerablemente el tránsito vehicular. Se acumuló hasta 40 centímetros de granizo, por lo que las máquinas quitanieves tuvieron que despejar las carreteras.
Por otro lado, la provincia canadiense de New Brunswick afronta las peores inundaciones en décadas. Por la gravedad, las autoridades instaron a los residentes a evacuar sus hogares. Se teme que el nivel del agua pueda alcanzar los seis metros de altura, lo que convertiría a esta la peor inundación de 1973.