La violencia se desató en Medio Oriente, específicamente en Gaza, la zona oriental de Jerusalén y Cisjordania. Indignados palestinos protestaron contra la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
Manifestantes levantaron barricadas y atacaron con piedras a las fuerzas de seguridad Israelíes, los que respondieron con agua y gases para contener a los más radicales. Una situación igual de violenta se vive en Ramallah, Capital de Palestina, mientras que en Jerusalén, policías Israelíes intentaron dispersar a la multitud en la entrada de Damasco. En total más de 50 personas resultaron heridas.
Desde la Franja de Gaza se lanzaron dos cohetes en dirección a Israel, probablemente por parte del grupo islamista Hamas, lo que provocó que el ejercito israelí ataque sus instalaciones. Previamente, este movimiento terrorista había hecho un llamado para dar inicio a una tercera ‘Intifada’, movimiento popular que en el pasado dejó miles de muertos.
Israel ha reforzado su seguridad y el pentágono se ha declarado listo para cualquier amenaza a sus embajadas.
Egipto, Jordania, Pakistán, Irak y Turquía se han solidarizado con el pueblo palestino. Este viernes el consejo de seguridad de la ONU se reunirá de urgencia para tratar el tema, mientras que la Unión Europea opina que se acercan tiempos oscuros.
