Muchos saben que la justicia para los delincuentes tarda o simplemente nunca llega, es por ello que al capturarlos la mayoría prefiere hacer justicia con sus propias manos y aplicar castigos que nunca olviden.
Como ocurrió en un pueblo en Indonesia, donde los azotes pasaron a otro nivel y ahora los agraviados alzan al delincuente jalándolo de sus extremidades mientras que dos de ellos comienzan a golpearlo.
Pero también hay quienes quieren corregirlos de forma diferente como es el caso de estos dos sujetos en Tailandia, que al ser atrapados asaltando y agrediendo a una mujer fueron obligados a agarrase a cocazos.